10 febrero, 2016

MONO STARTUPERO

La gala de premios internacionales está con todo y a veces uno se entera de algunos que ni en cuenta de que existían. Entre los más famosos, desde luego el Nobel para investigadores que contribuyen al beneficio de la humanidad; el Óscar para lo mejor del cine, el Grammy para la música y el Emmy de la televisión. Está también el Balón de Oro, que en los últimos años sólo tiene un par de dueños. Y la lista sigue: Pulitzer, Goya, MTV, Globo de Oro, BAFTA; nuestro Ariel, el Cervantes, Príncipe de Asturias. En fin, puede ser interminable, así que no me voy a meter más en este embrollo.


El que recién descubro es el premio Crunch. Tal cual, y no se trata de una galleta. Su estatuilla consiste en un elegante mono vestido con una camisa de manga corta y un hueso en la mano. Está parado sobre unas computadoras a las que pisa con unas botas militares muy bien puestas. Singular figura como para tenerla en la sala de la casa o en el recibidor de alguna empresa Millennial.

La entrega anual de Crunchies ya tiene su historia y prestigio. De lo que se trata es de premiar lo mejor de las empresas de tecnología, de nueva generación, las llamadas Startups. Justo el lunes pasado, en San Francisco, se llevó a cabo la novena edición de este galardón. Los grandes triunfadores fueron: Slack, con el más rápido crecimiento, Honor, como la mejor novata, y Uber, como la mejor de las mejores durante el año pasado. No habría de faltar también el reconocimiento a Mark Zuckerberg como el CEO del año.

Startups, el modelo de negocio del nuevo milenio. ¿Hasta dónde llegaremos?


No hay comentarios.:

Publicar un comentario